EL PODER DEL TIEMPO.
¨Todos los cambios, aun los más ansiados,
llevan consigo cierta melancolía.¨
Anatole France (1844-1924) Francia.
La
vida está compuesta de momentos que se transforman con el pasar del tiempo,
nadie sabe a ciencia cierta que le depara el futuro y solo unos pocos tienen la
fortaleza de enfrentarse ante sus temores, levantar la frente y luchar contra
las adversidades, sin importar que en el proceso su mente y su cuerpo que antes
eran un lienzo en blanco quedaran marcados para siempre. En dicho proceso una serie de acontecimientos están
listos para ocurrir uno tras otro sin darle tiempo a las personas para un
respiro, un descanso de tantas pruebas que un cuerpo que al principio parecía
frágil ahora se ha transformado en una máquina capaz de levantarse si es
necesario todos los días a tempranas horas de la madrugada y acostarse a altas
horas de la noche, de responder por una familia entera, aguantar el frío, el
hambre y la incertidumbre de lo que el mañana traerá consigo.
¿Por
qué se toleran todas las situaciones? ¿Por qué se está dispuesto a aguantar las
injusticias, los abusos, el dolor y el cansancio que se refleja en los rostros
pero que más importante aún se siente en lo profundo del alma? Simplemente
porque eso es a lo que se llama vida. La decisión de llegar a éste mundo no
está en nuestras manos y la de quedarse ciertamente tampoco, el camino entre el
nacimiento y la muerte se construye con el tiempo y los indicados de hacerlo
son las personas. Es inevitable que en algún momento al mirarse ante un espejo
se sienta la nostalgia que causa ver un rostro completamente diferente a la que
se tenía antes, una persona que es irreconocible porque la vida lo ha marcado
sin compasión y su mirada nunca volverá a ser igual; darse cuenta que el tiempo
se está acabando y que muchos de los sueños que se tenían al comienzo se han
ido desvaneciendo hasta el punto de que ya no queda una esperanza o una razón
para seguir viviendo un motor que impulse a la persona a seguir adelante.
Muchos
dicen que los niños son los seres más inocentes, alegres y optimistas, tal vez
porque todavía no han tenido que soportar muchas decepciones o porque la vida
no los ha golpeado aún, pero aunque no parezca justo, tarde o temprano pasará,
llegará ese momento en el cual la vida pasa de tener un tono claro a tornarse
cada vez más nublosa y allí en ese preciso momento cuesta cada vez más ver el
horizonte y lo que parecía tan cercano se aleja, dejando a su paso un
sentimiento de amargura. El ser humano nunca está conforme con lo que posee se
puede nacer en una cuna de oro y de igual manera odiar la vida como la odió
alguien que nació en las peores de las condiciones y todo porque siempre se
está mirando hacia el futuro, proyectándose, intentando ser mejor de lo que se
espera y complacer a los demás, pero ¿Cuándo es demasiado? ¿Por qué no luchar
por nosotros mismos y no por los demás? Tal vez porque cuando todo salga de
manera diferente a la que se esperaba es mejor culpar a los otros que culparse a
si mismo.
Al
comienzo las situaciones son más complicadas de lo normal pero la experiencia
es la materia prima para crear un libro de instrucciones acerca de la vida
misma. Es difícil aprender de los errores de los demás, ya sea porque siempre
se piensa que se es diferente o especial y se tiene la esperanza que lo malo
que le pasó a los otros no nos pasará a nosotros o porque siempre la mejor
opción es intentarlo, pero prácticamente nadie tiene la capacidad de aprender
acerca de los errores cometidos por las otras personas. Tal vez somos adictos
al dolor y al sufrimiento y por está razón es preferible vivirlo en carne propia
para poder entender de qué es lo que se está hablando; también se puede decir
que esto se causa por la falta de interés en los otros, a la hora de la verdad
lo que le pase a las demás personas sino afecta la vida de alguien posiblemente
a ese alguien no le importará, sin darse cuenta que en el futuro le puede
ocurrir lo mismo. El golpe en el cuerpo ajeno solo le duele a esa persona así
que para qué interesarse.
Pero
a veces se tiene un golpe de suerte que puede iluminar hasta la más oscura de
las miradas, cuando se logra lo que los demás no han logrado después de tanto
luchar, ese momento se puede llamar felicidad; el momento en el que cada
lágrima, gota de sudor, noche sin dormir, tristeza, esfuerzo valen la pena y se
pasa de ser un hombre promedio a ser alguien especial, así sea para una sola
persona, por que el sabor del triunfo y el deber cumplido es unos de los más costosos
y exquisitos de la vida, aún más que el de cualquier comida exótica que cueste
millones, porque aunque muchos no se den cuenta una gota de sudor o una lágrima
vale más que cualquier gota de oro.
Hay
muchas maneras de acabar con la vida, no solo se acaba con la vida cuando se
deja de respirar o cuando el corazón para de latir, se acaba con la vida cuando
se deja de luchar, al rendirse, al dejar de sonreír a pesar de que todo este
mal, por eso estos personajes son admirables, son reales, la mayoría no
nacieron millonarios ni tampoco lo tuvieron todo al alcance de la mano, pero
nunca se rindieron, nunca dejaron de levantarse a luchar por un propósito grande
o pequeño, lo más importante es la pasión con que lo hacían, con que vivieron
hasta el último minuto, no solo por ellos sino por su familia.
A continucación podrán escuchar algunas canciones relacionadas con los cambios que puede llegar a dar la vida, reflejando de esa manera lo dicho anteriormente en el ensayo.
Vicentico Los caminos de la vida.
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