Café Literario: Ensayos sobre Antígona.

EL PODER COMO TRANSFORMADOR DEL SER HUMANO.

¨Si queréis conocer a un hombre,

revestidle de un gran poder.¨

Pitaco de Mitilene. 650 a.C. Grecia.

El poder a lo largo de la historia ha sido deseado, asediado, perseguido y anhelado, esto ocurre porque se tiene la idea de que éste conlleva a la felicidad y al control de las personas, pero ¿cuánto poder es demasiado? Son pocos los hombres que al tener poder en sus manos logran manejarlo, sin convertirse en enemigos del pueblo o de ellos mismos, porque se puede decir que el fin de los hombres en cuyas manos hay montones de poder es su propia boca.

Lo dicho anteriormente se ve reflejado en una de las grandes obras de Sófocles, Antígona, en la cual el tío de la joven esta tan enceguecido por el poder que él mismo se otorgó, que no logra ver la diferencia entre lo correcto y lo incorrecto y mucho menos acepta que tal vez él esta en un error al ir en contra de la ley de los dioses (que para los griegos debía ser lo principal). Creonte no solo esta dispuesto a dejar sin funeral a su sobrino, condenándolo así a una eternidad maldita, sino que además piensa asesinar a quien no cumpla con sus leyes, en este caso su sobrina Antígona, que también es la prometida de Hemón, hijo de Creonte.

Creonte en este caso no es más que un tirano creando leyes a su antojo, pero a decir verdad no se le deben llamar leyes a los deseos egoístas de un solo hombre pues cuando las leyes dejan de beneficiar al pueblo y de buscar el bienestar de todos dejan de ser leyes y se convierten en caprichos. Como Creonte han existido un sin número de personajes no solo en libros sino también en la vida real, la mayoría de los gobernantes de este país podrían llevar por segundo nombre el de Creonte.

Colombia un país donde la bandera debería ser más roja que azul, pues hay más sangre derramada en la guerra que agua en los mares, ha vivido en carne propia como el poder transforma a las personas o muestra lo que realmente son. En las circunstancias fáciles o normales de la vida se puede decir que es sencillo ser ¨bueno¨, dependiendo claro está del concepto que cada persona tenga de esa palabra, pero en circunstancias difíciles y precarias se hace cada vez más complicado. Teniendo todos los recursos para hacer lo que deseamos en cada momento sin importar que eso pueda afectar a los demás ¿es posible no hacerlo? ¿Es posible no dejarse llevar por el éxtasis que el poder inyecta en las venas del hombre y que poco a poco sube hasta su cabeza y más importante aún penetra en lo más profundo de su corazón? Se puede decir que la respuesta a ésta pregunta solo la sabrá cada persona cuando se enfrente a una situación como esa.

El poder no solo ha transformado personas también sociedades y se puede decir que es lo que está gobernando el mundo en este momento; las personas actúan según las situaciones a las que se deben enfrentar, muchas pensando de manera egoísta otras buscando un beneficio para sus seres queridos sin tener en cuenta que pueden afectar a muchos con sus actos, personas que tal vez no conocen pero que también tienen sentimientos y que a partir de lo que ellos hagan les puede cambiar su vida para siempre.

Las imágenes de lo que es aceptado o bien visto en una sociedad son erróneas se piensa que la persona vestida de traje, corbata y zapatos costosos, es alguien confiable y un ejemplo a seguir, por el contrario alguien con una vestimenta ancha, zapatos baratos, gorra y un cigarrillo en la mano es de temer y que probablemente un ladrón; pero a la hora de la verdad se puede decir que es aún más temible ”un lobo disfrazado de oveja” que alguien que demuestra lo que realmente es. Un ladrón con saco y corbata hace más daño que uno de la calle y lo peor es que es en nuestra propia cara y ni siquiera lo notamos.

El dinero y el poder son algo efímero y lo increíble es que a pesar de estar conscientes de esto se les da más importancia que a la familia, de esa manera auto sentenciandose a un fin lleno de soledad y tristeza, en donde los protagonistas serán los objetos y lo que se lleva en el interior toma un papel secundario, papel que se le ha sido asignado desde hace algún tiempo gracias a la falta de interés moral y afectivo de las personas.

La responsabilidad recae sobre todas las personas que hacen parte de la sociedad, el poder se puede otorgar por iniciativa propia pero la permanencia de ese poder recae en manos de todos, las quejas y pensamientos sin acciones no sirven de nada, solo quien se atreve a hacer algo con respecto a una situación es merecedor de reconocimiento. La vida es incierta pero algo que se puede tener por seguro es que toda acción tendrá su consecuencia y solo los verdaderos valientes con capaces de enfrentarse a esas consecuencias y salir victoriosos, mientras que los cobardes realizan la primera parte y salen despavoridos a ocultarse para no enfrentar lo que viene a continuación.

El poder va acompañado de una serie de características que definen a las personas inmediatamente después de sentirlo en sus manos y darse cuenta de que pueden hacer lo que desean, algunas veces en los hombres se puede ver un aumento en el pensamiento y actitudes machistas como ocurrió con Creonte quien decía que Antígona por ser mujer era menos digna. Una explicación para esa actitud la pudo haber construido Nicolás Maquiavelo quien afirmaba que "La fortuna es mujer y, si se quiere dominarla, hay que maltratarla y tenerla a freno."

No solo en la actualidad sino en todas las épocas de la historia el poder ha sido un elemento clave y debe ser asumido con cautela esperando conservar lo que se es realmente y no dejándose llevar por la emoción y la ilusión de sentir que todo lo que se desea se puede hacer realidad. Los hombres no los define lo que poseen ni lo que piensan, los definen sus acciones.

Susana Restrepo G.